ENSAYO
LITERARIO-SOCIAL
LA
DIALÉCTICA SOCIAL EN LA “REGLA DE ORO”.
1.- Queremos reconocer
una vez más, la validez ética y moral de la Regla de Oro, para luego hacer una
breve lectura socio-ética de nuestra sociedad actual, tensionada por los
intereses dominantes que reducen a los pueblos a ser meros productores y
consumidores de bienes que tienen como destino final el enriquecimiento de
minorías explotadoras y depredadoras que han perdido el sentido social y ecológico de lo humano. Por un lado
están los que funcionan como los dueños del planeta y por otro lado están los
habitantes de la tierra que no pueden construir una nueva sociedad centrada en
la persona y su vida trascendente, produciéndose un conflicto más que milenario
que nutre la historia de todos los pueblos. Es en la denuncia de los abusos y
explotación, donde está configurada la utopía de esta nueva forma de
convivencia más fraternal y justa, pues lo que se cuestiona es el
“acaparamiento del bienestar” por unos pocos,
la imposición de leyes opresivas, la falta de una real participación en
los asuntos públicos, la existencia de
clases sociales dominantes abusivas, la utilización de la cultura,
educación y religión para justificar la explotación del hombre por el hombre,
etc. En medio de este drama nos preguntamos: ¿Qué tan válida es la Regla de
Oro? ¿Qué tan universal es? ¿Qué es la Regla de Oro? No pretendemos dar
respuestas complejas, es más bien una visión de lo esencial de este conflicto.
2.- En la colección de citas y frases célebres se
denomina también a “La Regla de Oro,
como la Regla Dorada o la Ética de la Reciprocidad es la moral
común que une las grandes religiones y que constituye el gran patrimonio de la humanidad”[1]. Para ello hay
un respaldo de las siguientes citas
bibliográficas:
Citas por
libro:
Evangelio - Jesucristo
–San Pablo.
"Por tanto, todas aquellas cosas que quisierais que los hombres os
hagan, obradlas asimismo con ellos: pues ésta es la ley y los profetas".
Mateo 7:12
"También, así como quieren que los hombres les hagan a ustedes,
háganles de igual manera a ellos". Lucas 6:31.
"No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará". Gal.6:7
Analectas de Confucio.
En respuesta a la pregunta
"¿Hay algún valor de acuerdo con el cual pueda actuarse a lo largo de la
vida?", Confucio
respondió: "El dicho acerca de la consideración: Nunca obres con los demás lo
que no quieras que obren contigo". 15:23
Mahabharata
"No debería comportarse de forma que sea
desagradable para uno mismo: ésta es la esencia de la moralidad". XIII,
114, 8.
"No hagas a los demás lo que no es bueno
para ti." XIII, 115, 22.
Escrituras budistas
"Un estado que no sea agradable o placentero para mí, tampoco lo
será para él; y ¿cómo puedo imponer a los demás un estado que no me resulta
agradable ni placentero para mí?" Sanyutta
Nikaya V, 353.35-342.2.
Escritos zoroastrianos, Gãthãs
"Lo que es bueno para todos y para uno, para quien quiera: eso es
bueno para mí. (...) Lo que sea bueno para mí, eso mismo debería juzgarlo para
todos". 8ª Gãthã, Yasna 43:1.
Libro de Tobías, Antiguo
Testamento
"Lo que no desees para ti, no lo hagas con
los demás" 4.15
Talmud
"No obres con los demás aquello que no desees que obren
contigo." Rabino Hillel, Shabbat 31a.
Corán
"Ay de los que escatiman, esos que, cuando
se miden con la gente, dan la medida completa, más cuando miden o pesan para
ellos, la soslayan." 83:1-3, Muhammad
Hadiz de Al-Bukhárí
"Ninguno de vosotros tiene fe si no desea para su hermano lo que
desea para sí".
Al-Bukhárí, Citado en
Maulana Muhammada 'Ali, A Manual of Hadith, cap. II, nº9.
Palabras Ocultas
"¡Oh, hijo del Espíritu! En verdad, has de saber, que quien exhorte
a los hombres a ser justos en tanto que él mismo cometa iniquidad no es de los
Míos, aunque lleve Mi nombre (...) ¡Oh hijo del Ser! No atribuyas a ningún alma
lo que no desearías que te atribuyesen a ti, ni digas lo que no haces. Éste es
Mi mandamiento para ti, cúmplelo”. Árabe 28-29. Bahá'u'lláh
Kalimát-i-Firdawsiyyih
Kitáb-i-Íqán
"No debería desearles a los demás lo que no
desee para sí, ni prometer lo que no haya de cumplir." 215. Bahá'u'lláh
Súratu'l-Mulúk
"No cargues ningún alma con lo que no desearías que cargasen sobre
ti, ni le desees a nadie ninguna de las cosas que no deseáis para vosotros
mismos". Pasajes 66:8. Bahá'u'lláh
Kitáb-i-Aqdas
"No deseéis a los demás lo que no deseéis
para vosotros mismos". Kitáb-i-Aqdas 148. Bahá'u'lláh
El mensaje de Silo
"Cuando tratas a los demás como quieres que te traten te
liberas"
El Mensaje de Silo, El Libro, Cap. XIII "Los principios",
Principio 10
"Nos proponemos dar creciente cumplimiento a esa regla que nos
recuerda tratar a los demás como queremos ser tratados"
El Mensaje de Silo, La Experiencia, Ceremonia de Reconocimiento
"Aprende a tratar a los demás del modo en que quieres ser
tratado"
El Mensaje de Silo, El Camino, Parrafo 5°.
3.- Para nosotros está suficientemente demostrado que la Regla de Oro tiene
una validez universal. Pero, lo que nos interesa mencionar aquí, sin pretender
decir algo nuevo, es que siendo tan reconocida es también ignorada o
transgredida con suma facilidad o se hace ilusoria en una sociedad de clases
dominantes y clases subordinadas o explotadas. No es una novedad que un rico y
poderoso abuse de su posición social y poder. Este es un hecho social
permanente que no necesita ser demostrado, porque es demasiado evidente. Con
todo lo dicho, no buscamos demostrar con estas reflexiones, la validez de un
análisis estructural-dialéctico de lo social y tampoco podríamos demostrar lo
contrario. Porque, sería necesario realizar otro tipo de análisis u
investigación que está fuera de nuestro propósito. Pero, es notable redescubrir una y otra vez
el conflicto que se da entre los que tienen mucho poder y bienes y los que
luchan por sobrevivir en medio de un sistema opresivo. En esta situación hay
sin duda una dialéctica social permanente. Es un dato empírico.
4.- Dos siglos antes de
Cristo, Jesús, hijo de Sirac, escribió en Sirácides 13, 1-24: “El que toca
la pez, se mancha, el que convive con el orgulloso, se hará como él. No tomes
sobre ti carga pesada, con el más fuerte y rico que tú no convivas. ¿Por qué
juntar cántaro con caldero? Este le chocará y aquél se romperá. El rico agravia y encima se envalentona, el
pobre es agraviado y encima ha de excusarse.
Si le eres útil, se servirá de ti, si eres torpe, te abandonará. Si tienes algo, vivirá contigo, y te
despojará sin fatigarse él. ¿Ha menester
de ti? Tratará de engañarte, te sonreirá y te dará esperanzas; buenas palabras
te dará y dirá: “¿Qué te hace falta?” Te
avergonzará en sus festines, hasta despojarte dos, tres veces, y para terminar
se burlará de ti. Después, si te ve, te dejará a un lado, y meneará la cabeza
ante ti. Guárdate de dejarte engañar, y de ser humillado por estúpido. Cuando
te llame un poderoso, quédate a distancia, que tanto más te llamará. No te
presentes por ti mismo, no sea que te rechace, ni te quedes muy lejos, para no
pasar inadvertido. No pretendas hablar
con él de igual a igual, ni te fíes de sus muchas palabras. Que con su mucho
hablar te pondrá a prueba, como quien pasa el rato, te examinará. Despiadado es
quien no guarda tus palabras, no te ahorrará ni golpes ni cadenas. Observa y
ponte bien en guardia, porque caminas junto a tu propia ruina. Todo viviente
ama a su semejante, y todo hombre a su prójimo.
Todo animal según su especie se une, a su semejante se adhiere el
hombre. ¿Cómo podrá convivir lobo con cordero? Así el pecador con el piadoso. ¿Qué paz puede tener la hiena con el perro? ¿Qué paz el rico con el
indigente? Caza de leones son los onagros en el desierto, así los pobres son
presa de los ricos. Abominación para el orgulloso es la humildad, así para el
rico es abominación el pobre. El rico que vacila es sostenido por sus amigos,
al humilde que cae sus amigos le rechazan.
Cuando el rico resbala, muchos le toman en sus brazos, dice estupideces,
y le justifican; resbala el humilde, y se le hacen reproches, dice cosas
sensatas, y no se le hace caso. Habla el rico, y todos se callan, y exaltan su
palabra hasta las nubes. Habla el pobre y dicen: “¿Quién es éste?” y si se
equivoca, se le echa por tierra. Buena es la riqueza en la que no hay pecado,
mala la pobreza al decir del impío”. Este es un texto inspirado que refleja la
experiencia vital de los sabios de Israel, la sapiencia del Antiguo Testamento.
5.- Para nosotros está suficientemente demostrado que hay un conflicto
social en la base misma de la historia humana. Hay intereses contrapuestos.
“así los pobres son presa de los ricos” como lo dice Jesús, hijo de Sirac. Esto
significa que vivimos condicionados por diversos conflictos que nos tensionan y
nos hacen enemigos de clase, enemigos ideológicos, incluso la misma
espiritualidad religiosa se contamina con nuestras odiosidades y fanatismos que
reniegan del sentido mismo de la “religación espiritual”: el amor al prójimo
como a sí mismo y a Dios como fuente de todo amor. De acuerdo a esta situación
existencial podemos deducir que un
análisis lúcido de este conflicto que está en la dinámica misma de nuestra
existencia humana personal y colectiva es pertinente en la medida que establece
las líneas gruesas de este proceso de desamor y desencuentro.
6.- Nos preguntamos: ¿Tiene
sentido promover como criterio ético-social la Regla de Oro para asumir este conflicto
social que se redescubre una y otra vez?
7.- Algo tan simple
como es la Regla de Oro: “haz a los demás lo que tú quieres que te hagan a ti”
o “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”, es a la vez algo tan
profundo y radical que una mente humana alienada o perdida en una insensibilidad
individualista, no puede comprender y ni
siquiera entender toda la carga negativa que conlleva tratar al Otro como
inferior y no como a un igual o prójimo. No necesitamos esperar siglos de
desarrollo filosófico o cultural-religioso para experimentar en nuestra vida
concreta que el amor al prójimo como a sí mismo es un fundamento que al ser
realmente asumido haría de nuestras sociedades, ambientes de fraternidad, de
libertad y solidaridad. Y en nuestra
Iglesia este amor realmente asumido, superaría los restos de autoritarismo
clerical que tanto daño están causando en estos momentos en nuestra Iglesia
Católica. Porque los bienes se pueden poseer en un ambiente solidario sin
perder lo personal o sin anular a la persona frente a la colectividad y la autoridad
se puede ejercer sin prepotencia ni privilegios principescos.
8.- Si esta Regla de
Oro se aplicara en todas sus posibilidades en nuestras estructuras sociales,
políticas, económicas y culturales nuestros problemas serian otros. Es en la
posibilidad que tiene un hombre o una mujer de ser más humanos y superar las alienaciones del individualismo
deshumanizador, donde se encuentra en toda su realidad el misterio del Ungido
que reintroduce en el seno de la humanidad una situación de salvación aceptada desde
la libertad más radical de la persona. El Ungido, encarnado en una mujer y
esencialmente a través de ella encarnado en toda la humanidad, en la medida que
ningún ser humano es intrínsecamente perverso, hace posible que la historia
cotidiana íntima y pública sea en todos sus momentos una historia de salvación que
puede ser negada o aceptada libremente.
9.- De todos los
condicionamientos que fijan las posibilidades humanas, el que produce Dios es
el que siempre supone el pleno ejercicio de la libertad humana. ¿Podemos
ignorar el condicionamiento que significa para nuestro desarrollo personal la
realidad de nuestro temperamento estructuralmente biológico? ¿Podemos ignorar
el condicionamiento sociocultural donde hemos nacido, crecido, envejecido y
algún día moriremos? ¿Seriamos los mismos si hubiésemos nacido en otra época y
en medio de otro grupo étnico? Entonces ¿existe la libertad? Es en medio de
este mismo contexto donde podemos encontrar una o varias respuestas a esta pregunta. Porque no es lo mismo protestar,
por ejemplo, en una dictadura como la que está instalada en China comunista,
donde una protesta estudiantil termina en una masacre o en el Chile de hoy,
donde a pesar de todo, se puede reclamar, protestar públicamente y no amanecer
muerto flotando en un rio, como lo fue durante la dictadura de Pinochet. Son
hechos como estos u otros los que demuestran que hay espacios de libertad en la
vida personal y colectiva que debieran hacen la diferencia principal entre una
democracia basada en la tolerancia y respeto a la diversidad y un sistema
político totalitario basado en la exclusión. Sin embargo, este tema no es tan
simple, porque la libertad tiene otros aspectos más ontológicos, que no
trataremos aquí en todas sus posibilidades. Pero, queremos afirmar que la
libertad interior es fundamental para poder hablar de una persona capaz de
generar hechos históricos y sociales con un significado existencial temporal y
trascendental. Este aspecto sobre la libertad es muy relevante para continuar
estas reflexiones que rescatan el valor relativo de un análisis dialéctico de
nuestra convivencia y existencia personal. Dios respeta esta libertad, incluso
en la misma encarnación de su Hijo, el Ungido, el Cristo. La libertad es
esencial en la historia de la salvación de la humanidad.
10.- Cuando la Regla de
Oro es anulada por el individualismo de los grupos de poder, se produce una
situación de injusticia que repercute en todo el conjunto de la sociedad. El
hombre común, la mujer sencilla de nuestras poblaciones marginales, nuestros
campesinos y jóvenes que no siempre han tenido una formación crítica para
apreciar y darse cuenta de lo que está pasando en nuestra sociedad; ven con
mucha claridad la injusticia que está implicada en sus sufrimientos,
explotaciones y abusos que padecen de parte de las minorías poderosas de este
mundo. Estas personas ven como algunos se disfrazan de pobres y desde templos
de mármol ubicados en el centro mismo de los barrios de la clase dominante,
predican un espíritu de pobreza que está en la punta de la lengua, pero no en
la vivencia cotidiana de estos predicadores anacrónicos por no decir alienados.
La pobreza real de miles de personas que viven en casas húmedas, con sueldos
miserables, con problemas de salud y diversos sufrimientos como enfermedades
terminales que no pueden atenuar porque no tienen el dinero suficiente para
comprar alguna droga que disminuya el dolor, clama al cielo (que algunos se
ufanan de no mirar para poder ver, según ellos, la realidad temporal) y
denuncia a los que se han enriquecido aplastando a miles de personas. En estos
momentos en Chile hay unas 400 familias que reúnen todo el poder económico del
sector privado y que determinan en buena medida la política nacional. ¿Qué
importancia puede tener que esta gente crea en un Dios que sea amor y toda
bondad? ¿Qué le podría decir esta pretendida creencia religiosa a los chilenos(as)
más pobres, incluso que viven en la extrema pobreza y que se sienten
maltratados por la vida y olvidados por un Dios amor? Esto lo vio muy bien san
Francisco en el siglo XIII, y siendo hijo de un rico mercader o comerciante
burgués se hizo pobre con los pobres, no se disfrazo de pobre. La Iglesia de
hoy necesita el reflorecimiento de un franciscanismo auténtico que le cambie no
tan solo el rostro sino la praxis de muchas de sus áreas pastorales y sobretodo
el cambio espiritual y ético de muchos que han hecho de las practicas rituales
una mera apariencia que no tiene nada de autentico espíritu de pobreza. Sin
embargo, no podemos desconocer los diversos testimonios de vidas solidarias que
están presentes en la Iglesia Contemporánea.
Conclusiones:
11.- Frente al sistema
global que todo lo está invadiendo como un nuevo imperio que busca reemplazar al ciudadano por un consumidor
idiotizado ¿Que podemos hacer los que queremos subordinar el tener al ser? Primero, no podemos
renunciar a esta convicción que emerge de la exigencia misma del proyecto de
vida cristiana: las personas son el centro de la vida social; Segundo, la
autenticidad de nuestra vivencia de fe, está expresada en la Regla de Oro, como
dimensión política del amor al prójimo que nunca puede desaparecer de la
existencia cristiana. Tercero, el fruto histórico de la contemplación que se
vive en los Monasterios Carmelitas u otras espiritualidades contemplativas es
la fraternidad y solidaridad que va creando nuevas formas de unidad, que buscan
realizar el bien común que siempre se preocupará que la dignidad de las
personas sea respetada, haciendo efectivo los derechos humanos y el acceso a
mejores condiciones de vida que a medida
que sean más humanas, más justas y más comunitarias, harán posible el desarrollo de una cultura del
Espíritu que busca la plenitud y la felicidad de todos los hombres y mujeres
que viviendo la Regla de Oro en todas sus posibilidades preparan la venida
definitiva del Reino de Dios.
12.- Nuestra breve conclusión es: Promover como criterio
ético-social la Regla de Oro para asumir
el conflicto social que se redescubre una y otra vez, tiene sentido asumiendo
el Evangelio como una propuesta de liberación histórica que nos lleva a una
nueva convivencia que busca superar el dominio de clases, plenamente realizada
en la comunión plena con Dios, más allá de la historia. Es un proceso humano y
divino, abierto, plural, tolerante y siempre perfectible.
Mario Andrés Díaz Molina. Profesor
de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad
Católica del Maule.
Colección
libre de citas y frases célebres.